Junto a Adidas, presentamos una activación que permitía a todo el mundo que pasaba por el festival probar una aplicación de emotional computing.
Su staff fotografió a los asistentes con un iPad que reconoció sus expresiones faciales y, dependiendo de los gestos que hacían, les aplicaba un filtro diferente. El resultado fue unos gifs muy divertidos que se mostraban en la pantalla; los participantes no solo se llevaban el gif personalizado, sino que también podían ver su cara en una pantalla gigante dentro del festival.
En el pabellón, ubicamos la furgoneta EQT donde los festivaleros podían revivir la época de los noventa en la que nacieron las zapatillas EQT, jugando a dos recreaciones del tetris y el arcanoid. Al final de la jornada, quién obtenía mejor puntuación conseguía un regalo de la marca.